Close the gaps

A veces la vida nos deja puertas abiertas, círculos sin cerrar... nos encuentra ante situaciones que no esperábamos y nos deja en suspenso.
Miles de situaciones así se agrupan en nuestra memoria y de alguna manera nos rigen. Nos empujan a cerrarlos, nos mantienen alertas al la oportunidad de cerrarlos. Y más de una vez esta oportunidad pasa por adelante y no la tomamos.
Muchos de esos círculos no tienen razón de ser... su entendimiento talvez está muy por demás alejado de nuestra conciencia. Muchas veces se debe a que son parte de otros anidados unos dentro de otros... como cuando vemos dos espejos enfrentados y nuestra imagen se repite infinitas veces dentro de si misma.

El tema es... muchos de los círculos sin cerrar sobretodo los más poderosos en el sentido de que se mantienen en la superficie de la conciencia la mayor parte del tiempo una vez cerrados ya dejan de ser lo que eran.

Aquello que nos movía a cerrarlos ya no existe una vez cerrados... se compensa y se termina... y a otra cosa.