Move your Mind

Tenga en cuenta que lo que yo exponga puede no atenerse a la lógica estandar. Puede ud. encontrarse con conceptos difíciles de digerir, por tanto le sugiero que no me crea, no se crea... y no le crea a nadie.

lunes, enero 21, 2008

Asuntos Internos

Y si, qué mas internos que los asuntos que se refieren a la mente... pero en este caso no me refiero a eso sino a una forma de establecer una especie de control del contol.

En toda ciudad existe un departamento de policía, la cual se encarga de hacer que las leyes se cumplan y el orden se mantenga. De la misma manera la mente de cada uno tiene reglas y los distintos miedos son como aquellos oficiales que se encuentran ahí siempre para recordarnos las reglas y serciorarse que las cumplamos.

Así también donde existe un departamento de policía existe un departamento de Asuntos Internos. Los cuales se encargan de que los policías no abusen de su autoridad.

De alguna manera... las mentes de las personas en general pareciera que sólo poseen al depto. de policía... pero de asuntos internos deben tener siquiera uno o dos efectivos.

Cuando necesitamos algo lo pedimos, y cuando lo pedimos tenemos que ver si el pedido responde a las reglas. Si está dentro de nuestra ley entonces el proceso para obtenerlo se pone en marcha pero aún así DEBE cumplir con todas las cláusulas.

Muchas veces las reglas y condiciones que uno pone son tantas que aquello que uno pide demora años en llegar... y solemos pensar "bueno, a veces las cosas no llegan cuando uno las quiere" y eso es tan solo otra cláusula.

Asuntos internos debería dedicarse a tomar el control cuando los agentes de la ley y el orden ( que le temen al cambio y a lo nuevo ) se van de mambo.

Osea... cuando veas que algo tan simple como comprar un par de jeans se transforma en una tarea frustrante, fijate que talvez estés colocando demasiadas cláusulas... demasiadas condiciones.

Una buena práctica es dejar de lado lo que uno cree que quiere / necesita y comprar lo primero que cubre con las espectativas mínimas, o incluso lo OPUESTO, o hasta lo que jamás compraríamos. USARLO en el ACTO. Y recrear nuestras leyes al enseñarle a nuestra mente a aprender a disfrutar de lo que aparentemente no cae dentro de las reglas.

La idea no es quitarle el poder a la mente, sino destronarla... y al destronarla ya no le tendremos que pedir permiso.

miércoles, enero 02, 2008

Vivimos pidiendo permiso

Cuando éramos más chicos, sin reglas, sin saber cómo interpretar ciertas cosas nosotros simplemente hacíamos. Hacíamos y al hacer los mayores nos iban diciendo, imponiendo, enseñando, cómo debíamos entender ciertas cosas. Cómo eran esas cosas. Cómo funcionaban esas cosas etc…

Así fuimos generando nuestra idea del mundo, de cómo entenderlo y de cómo interpretarlo, sus reglas y sus estructuras. Sin embargo a medida que fuimos creciendo muchos no pusimos en tela de juicio esas reglas y llegamos a momentos donde era necesario actualizarlas a nuestra edad/capacidad actual.

Muchos de los datos que teníamos del qué y del cómo fueron cambiando y adaptándose a las diferentes situaciones… lamentablemente a medida que crecemos las reglas generan otras reglas, las interpretaciones generan otras y la idea inicial de que podemos descubrir un mundo que existe independientemente de nosotros se instala de tal manera que terminamos creyendo el sueño… y el sueño no es más que una red de ideas, creencias, reglas y estructuras de la cual no podemos salir.

Y es ahí, justo ahí, cuando la razón se contrapone a la emoción y comienzan los conflictos.

Entendamos entonces el conflicto como la razón en guerra con la emoción… y se produce la emoción contraria porque no conseguimos desenmarañar la red de creencias a fin de encontrar el camino para conseguir aquello que queremos/necesitamos.
De esta forma vivimos pidiendo permiso a nuestra mente para “saltarnos” algunas reglas a fin de conciliar una tregua con nosotros mismos… pero mientras que algunas veces esa conciliación es simple y no implica mucho esfuerzo por parte de uno otras se torna difícil e incluso imposible.

En los casos difíciles hay miles de voces ( porque así es más o menos la mente de un adulto ) hablando de diferentes razones por las cuales no podemos hacer tal o cual cosa y en los casos imposibles pareciera que todas esas voces están de acuerdo incluso entre sí.

La imagen es la misma que cuando éramos chicos y ambos padres concordaban con la misma idea en contra de nuestros deseos o planteos o necesidades. Incluso si fueron demasiado lejos en su educación tal vez hasta sus palabras y sus tonos de voz se encuentren de fondo.

De cualquier manera no solo ellos sino todo el entorno en el que vivimos es quien coloca las reglas del qué y del cómo. Nuestra mente a fin de adaptarse las toma y se rige en base a ellas.

Pedirle permiso a la mente comienza exactamente igual que cualquier negociación con un ente que tenga el poder de dominar, controlar o incluso cuidar y proteger nuestra vida.

Pensamos en cómo conseguir eludir o convencer a nuestra mente. Y si no es así utilizamos las herramientas que sean necesarias para conseguir que hasta nuestras propias estructuras caigan ante nuestra forma de negociar… y eso va desde un simple llanto hasta una depresión profunda.

El tema es que nos afectamos a nosotros mismos a fin de mostrarle a nuestra mente que es mayor amenaza permanecer así que tomar los riesgos que ésta no quiere que tomemos. Lamentablemente muchas de estas acciones llegan a un nivel que es difícil de revertir… sobre todo cuando la medicina occidental desconoce e incluso niega la relación que puede existir entre la emoción y la enfermedad.

Conclusión, no pidas permiso!, Just Do It.